martes, 16 de diciembre de 2008

sábado, 15 de noviembre de 2008

Grammy para Calamaro


Finalmente, luego de 9 años, Calamaro obtuvo su primer Grammy Latino. Fue bajo la nominación de Mejor Álbum de Rock Vocal, por La Lengua Popular.

Andrelo soltó algunas frases descacharrantes, que detallamos a continuación:


"Los Grammy latinos tienen nueve años, es la novena edición, y es el tiempo que me llevó estar sobrio, para poder ganarme un Grammy"

"Impone mucho subir y recibir un premio y hablar para semejante público (...) Tanta gente importante junta, solamente voy a encontrar, en los Grammy latinos o en el infierno."

"Hoy te dedico mis mejor pregones, un pregón para Cachorro López que me hizo escribir canciones. Hoy te dedico mis mejor pregones, a mi familia en Argentina, que son mis corazones. Houston, tenemos un problema"


domingo, 26 de octubre de 2008

Dos Loquillos

Echale un vistazo a la última colaboración de Andrelo, esta vez con un símbolo del rock español: Loquillo sin sus trogloditas


lunes, 20 de octubre de 2008

Caliamaro

Calamaro conquistó a Cali con su pasado glorioso

Por: Luis Fernando Mayolo / Comunidad Elespectador.com

Andrés Calamaro, quien por primera vez visitaba la capital de la salsa, se divirtió como nunca y en una noche que muchos definen como perfecta, tuvo la oportunidad de ser torero, 'tanguero', bailarín y un colombiano más.

Dos horas y media de verdadero idilio tuvo Calamaro con su público en Cali, en una presentación en la que el argentino se sintió como en casa y en la que casi no quiso despedirse. "Dios mio por qué no nací aquí, voy a destruir mi pasaporte", dijo en medio de la euforia.

Todo ello fruto de una conexión muy estrecha con su público, quien le celebró todo, incluso las verónicas que hizo antes de despedirse, al mejor estilo de un gran torero, y que despertó el ole en las graderías.

Aunque muchos no escucharon su canción favorita, el artista hizo todo un viaje por su discografía, iniciando con 'El salmón' y terminando con uno de sus himnos: 'Paloma'.

'Crímenes perfectos','Estadio Azteca', 'Te quiero', 'Me arde', 'Loco' y 'La flaca', tal vez fueron las de mayor aceptación, pero hubo momentos memorables como la presentación de su banda al ritmo del blues,los tangos argentinos propios de sus más recientes álbumes y el homenaje a Bob Marley, de quien intepretó varios acordes de sus canciones.

Con su expresión "Cali,Cali, Cali caliente", Calamaro se despidió, no sin antes abrazarse con cada integrante de la banda, que lo acompaña desde hace más de 15 años.

Temas como 'Dulce condena','La parte de adelante','Mi enfermedad' o 'Mil horas' quedaron para otra ocasión, dejando en algunos un sin sabor.

La gira con la que promociona su disco 'La lengua popular', luego de pasar por Medellín y Cali, sigue su camino ahora en Bogotá, el próximo 21 de octubre, en el Parque Simón Bolivar.

jueves, 16 de octubre de 2008

Hoy, Colombia

miércoles, 15 de octubre de 2008

martes, 14 de octubre de 2008

Ándale ándale

Por Ricardo Solís

La primera vez que Andrés Calamaro se presentó en vivo ante público mexicano no pudo resultar más significativa: auditorio abarrotado, público emocionado, gritos, empatía y corifeo extático. De esa manera podría resumirse el encuentro entre el intérprete argentino y sus fanáticos tapatíos; pero no se reduzca a sólo eso, no señor.

No resulta extraño para el célebre músico que, para atacar un concierto en terra incognita, se debe hacer lo que se viere (o suponga) y, dado el caso, se enfundó la casaca nacional y comenzó su programa con icónica mención a Pancho Villa. Secretos no parece haber para quien ya pasa de dos décadas pisando escenarios del continente entero.

Por supuesto, el acólito de mediana edad no debió sorprenderse mucho con la aguda gritería eufórica de algunos, prospectos de groupies que –muy probablemente– apenas gateaban (o estaban por nacer) cuando Calamaro ya entonaba algunos de sus primeros éxitos con Los abuelos de la nada.

Y, claro, cómo pasar por alto que el (a su pesar, según dice) célebre argentino muy pocos pares tiene a la hora de combinar su lenguaje sencillo con la sofisticación significativa que (en la mayor parte de sus canciones) logra el golpe evocativo, la emotividad contundente de aquellos que –en el Olimpo de los escuchas– tienen sitial ganado a pulso y consistencia.

Calamaro, pues, permitiéndose el símil con su conocida rola sobre el Pelusa (y ajustándose a su sabida pasión futbolera), “tiene el don de tratar muy bien al balón en su terreno”, justo un terreno es el escenario para quien llega y sin pérdida de tiempo ataca la guitarra al lado de la banda para que el respetable haga retumbar un recinto que –por un instante– alguien tal vez juzgó equivocado para el evento.

Celebración. Y cómo no, si a la capillita por fin le había llegado su fiesta, su oportunidad para desgañitarse al ritmo de cada ejecución de un Salmón que, sin dificultades, hizo comer de su mano (río abajo, como bajo encantamiento) a la audiencia que pidió más, más y más a su ídolo.
Por supuesto, bien distingue a Calamaro que no peca de avaro y, además de sus propias creaciones, entonó algunas de otros reconocidos compositores (Sabina, por ejemplo) y su admirable conjunto de tangos que, así su propósito funcional haya sido permitirle descanso a sus músicos, no sobra quien coloque como sus versiones preferidas (cómo mejorar esa versión de Copa rota, carajo).

Además, no puede evadirse que –adeptos o no– lo que identifica a Calamaro con aquellos grandes trovadores de la memoria y el estrago es, precisamente, activar el recuerdo en si signo de regocijo o pesadumbre, en su rasgo de risa compartida o llanto tremebundo para cualquiera que se sienta “el arquitecto” de “lados incorrectos” (comandar la “parte de adelante” es detalle para el pulso personal de la dulce desgracia).

Bajo la sensación de estar “viajando en un asiento de primera”, no era raro distinguir de pie a la mayoría, bailando, haciendo la mala segunda, gesticulando en el anhelo de que –tras sus gafas oscuras– el intérprete dejara escapar algún ilusorio, ficticio rictus de asentimiento o complicidad, un instante para nutrir futuras leyendas negras, oscuras y falaces oraciones para la sintaxis de un recuerdo.

Haciendo eco (de nuevo) de la imagen que de Maradona hace Calamaro, no debe ignorar que –lo mismo que aquél– ofrece “alegrías al pueblo”, de modo que la evidencia de su frenético padrón no debió sino reposar de sus frases de agradecimiento, su afán de moverse por el escenario a cada grito que confirmaba el acierto de su provocación.

Borradas sus figuras tutelares de otros años (quién pensaba entonces en Páez, García o Spinetta, demonios), Calamaro ha instituido su propia grey, renovada y fidelísima, que le ha dotado (a su pesar, asegura) de un aura, un tinte de rockstar amargo e inusual (pero muy adaptado, por lo visto, al mainstream musical).

Seguramente, la segunda fecha de Calamaro en el Teatro Diana (ayer) debió ser similar, aunque sin la ligera distinción de ser la primera vez que tocaba en suelo mexicano, justo en tierra tapatía, lar de intenso fervor para más de una figura (musical o no, aunque siempre elaboración, efigie fabricada con la confusa carne de lo que otros dicen al respecto). Salve, Salmón (que ha sabido dejar a su público sin saber si estaba despierto o tuvo los ojos abiertos). Esperan, seguramente, “más aeropuertos”.

Poné Play y mirá el video

miércoles, 8 de octubre de 2008

Habló la lengua popular





Por Roque Casciero


Pocas cosas conmueven más a un corazón rockero que un montón de gargantas entonando a coro una melodía inmortal. Y por eso mismo, de entrada hay que decir que la presentación de Andrés Calamaro en el Pepsi Music fue conmovedora: un coro de bastante más de 30 mil personas (¿alguien dijo 40?) canta “Paloma”, en un cierre a esta altura ineludible y para el que no valen ni las razones del marketing (es un tema “de la gente” que nunca fue corte de difusión) ni del formato pop (¡no tiene estribillo!). Imposible evitar la piel de gallina, como en otros momentos no se podía dejar de saltar o sentir admiración por la resurrección de un tipo que, hace apenas cuatro años, estaba seguro de que sus días de Cantante eran cosa del pasado. Ese Lázaro que se plantó vestido a lo Dylan –con la rayita al costado del pantalón negro, las botas y el saco elegante– y empezó a cantar a capella los primeros versos de “El salmón”, no sólo marcó el punto más alto de concurrencia en la historia del festival, sino también el de mayor respuesta emocional en esta edición. Tal vez las razones haya que buscarlas por el lado de que el público no era “festivalero”, sino seguidores de Calamaro que preferían cantar y participar del show a sacar fotos de baja resolución. O, sencillamente, porque el Cantante contagió su energía y, de paso, entregó uno de los mejores conciertos de su historia.



Después de que la notable banda que acompaña a Calamaro hiciera estallar “El salmón”, la misma distorsión se prolongó en “Los chicos”, como para que quedara claro que se puede ir contra la corriente sin por eso dejar de hablar La lengua popular. La primera parte del show incluyó varias canciones del último disco del músico: “Mi gin tonic”, “Carnaval de Brasil”, “Cinco minutos más (minibar)”, “La espuma de las orillas” y “Soy tuyo” (presentada como “una canción para adultos”). En el medio, viajes al pasado con “Tuyo siempre”, “A los ojos” y “Todavía una canción de amor”. Calamaro sólo se acercó a los teclados para cantar cerca de Tito Dávila, pero jamás apretó una tecla: en algunos temas se colgó guitarras, en la mayoría ejerció como cantante y agitador, con el pie del micrófono como arma y extensión de su propia humanidad. “Gracias, Juanse, por enseñarme estos pasos en el escenario”, soltó en algún momento, acaso sorprendido él también por su soltura. De una punta a la otra del escenario, o arrodillado sobre la pasarela, agradeciendo a la multitud, Calamaro estuvo en su salsa, quizá como nunca antes. Y la banda fue otro lujo que reconoció con la frase “Estos sí que tocan, ¿eh?”.



“En la verdulería me encontré con Elvis. Estaba con el maquillaje de Paul Stanley (Calamaro tenía una remera con la cara del cantante de Kiss), pero era Elvis, sin dudas”, dijo para presentar una versión rockerísima y acelerada de “Elvis está vivo”, con el bajista Candy Caramelo compartiendo las voces. Después de una inolvidable versión de “El día de la mujer mundial” en la que arremetió con un solo de guitarra, ubicó a “Los aviones” en “la delgada línea que separa una canción de amor de una de reventados”. Con la única ayuda de Dávila y el saco otra vez sobre la remera, Calamaro hizo los tangos “Jugar con fuego” y “Los mareados” (en una versión goyenechesca en la que cambió el estribillo por “los drogados”).



Fue un respiro para el coro multitudinario, que retornó apenas sonaron los primeros acordes de “Estadio Azteca”. De allí en más, una seguidilla de hits rockeros, funkeros, latinos y todo lo demás también. Primero “Te quiero igual” mezclada con “El día que me quieras”, “No woman, no cry” y “Three little birds”. Como nexo con “Loco”, Calamaro se autoparafraseó con la frase “Bob Marley está vivo, se fuma un porro conmigo”. Luego “Crímenes perfectos”, “Me arde”, “Alta suciedad” y “Flaca”, en una reafirmación de la importancia popular de un discazo como Alta suciedad. Ya en los bises, un par de Los Rodríguez (“Sin documentos” y “Canal 69”), justo antes del final más emocionante del festival.



Algunos “compañeros de parrilla” de Calamaro, según su propia definición, habían pasado antes por el Pepsi Music, que vivió no sólo su tarde/noche más concurrida, sino también la de clima más agradable. Uno de los mencionados por el Salmón fue el español Loquillo, que tendrá el jopo canoso pero sabe de lo que se trata la “Rock and roll actitud”: letras que hablan de fierros, mujeres y noche, una banda potente y salir a poner la cara como si la vida dependiera del concierto. Los otros que mencionó Calamaro fueron Los Auténticos Decadentes, quienes siempre son sinónimo de alegría en los festivales. Sin embargo, esta vez casi que se pasaron: ante un público de todas las edades, brillaron con una performance ajustada en lo musical (que no suele ser su principal característica) sin desmedro por el agite y el baile. Obviamente, la montaña de hits que amasaron durante años calentó los ánimos desde el comienzo con “Somos”: “Los piratas”, “Corazón, “Diosa”, “El gran señor”, “Vení Raquel”, “El murguero”, “Gente que no”, “La guitarra” y “Sigue tu camino”, entre otras, conformaron la lista del fiestón más grande de los últimos tiempos.



Por un cambio en la grilla que nadie supo explicar, los Nikita Nipone fueron los encargados de cerrar la noche, después de Calamaro. Claro que al quinto tema ya quedaba un centenar de fans y los encargados de limpiar el predio. Injusto para una de las bandas favoritas del principal anfitrión de la noche. El otro lado de la moneda lo vivieron los Estelares, quienes iban a tocar en el escenario principal muy temprano y terminaron en el secundario justo antes de Calamaro: buena exposición para una banda que se merecía un espaldarazo así. Sponsors, la nueva banda del ex Turf Joaquín Levinton, mostró razones para que el público le prestara atención. A Los Tipitos también les fue bien, el público se enganchó con una lista que incluía todas las canciones del cuarteto que suenan en la radio. Y en el escenario más chico, unos cuantos vieron a Banda De Turistas y a la reaparición de Mamá Pulpa, la banda de la que salió La Mosca Lorenzo, actual percusionista de los Decadentes. Sin embargo, para la mayoría del público la fecha del festival fue sólo la excusa para reencontrarse con ese Calamaro en estado de gracia que, encima, cada día canta mejor.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Calamaro, superhéroe del rock

Oviedo, Chus NEIRA

Casi diez años después -faltaban 365 días-, en algún lugar próximo al último en que se le vio por aquí, un Calamaro distinto de aquel que en el noventa y nueve derrochó lisergias y rock sin adjetivar en la plaza de toros, pero casi igual en su presencia escénica, logró que algo se incendiara en las pistas de San Lázaro para delirio de 4.000 rendidos espectadores en este último concierto de las fiestas de San Mateo.

El ovetense Pablo Valdés estuvo a la altura de las circunstancias con un público bastante entregado. «Mañana (por hoy) no vamos a salir en la prensa, así que necesitamos que lo contéis vosotros», recitó, asumiendo así tanto su condición de telonero como las necesidades de un solista con banda de rock.

Un cuarto de hora después, en torno a las once de la noche, Calamaro y sus chicos salieron al escenario con un «Salmón» a capella, para enlazar a renglón seguido con la versión en eléctrico. Andrés saltó al escenario con foulard y traje de etiqueta para concierto de rock. Un atril ante su micro, ligeramente iluminado, le daba un aire de director de orquesta. Pero con arrestos suficientes para dejar claro desde el primer momento que iba a ser una gran noche de rock and roll.

La ligera ronquera, como en el caso de Valdés, no hizo más que mejorar el tono de la voz del cantante. Con una banda a la altura de las circunstancias formada por Julián Kanevsky, Diego García y Geny Galo Avelló, a las guitarras; Tito Dávila, sentado a los teclados; el gran Candy «Caramelo», al bajo, y El «Niño» Bruno, a la batería; el loco Andrés se marcó un concierto entregado y apasionado. Venía rodado. Ayer mismo había hecho Madrid. Y eso pareció auparle aún más en su energía escénica.

Siguieron algunas de las mejores composiciones de su último trabajo, «La lengua popular», como «Los chicos» o «Mi gin tonic», aunque no faltaron desde el principio los recuerdos a su etapa al lado de «Los Rodríguez» ni sus maravillosas estrofas de sus años de fin de milenio, con abundancia de canciones del definitivo «Honestidad brutal». El público celebró cada una de estas composiciones como un regalo único e irrepetible. No eran demasiado jóvenes, pero entre el respetable el abanico de edad era suficientemente amplio.

Fue un concierto largo, en familia, pero muy intenso. También con momentos reposados, de tango argentino, con sus grandes éxitos y sus invitados como el celebre Jaime Urrutia.



viernes, 19 de septiembre de 2008

Para no olvidar


LINO PORTELA - Madrid - 17/09/2008

Un encuentro con Andrés Calamaro -a raíz de su último trabajo, La lengua popular, y ante el cercano final de su actual gira- tiene mucho de partido de fútbol. Con el pitido inicial el argentino mueve el balón despacio y reflexiona cada jugada. Se toma su tiempo para responder a la primera pregunta de calentamiento: ¿tiene pensado volver a vivir en España? No hay respuesta inmediata. "Todavía tengo dos pulmones y dos residencias: Buenos Aires y Madrid", responde tras 40 segundos de extraño silencio.

Avanza el partido, y en los últimos minutos estalla la sorpresa. El gol. "¡Es que ahora mismo estoy en un momento de cambio!", exclama Calamaro con un salto. "Esto debería ser una conversación privada... No una entrevista", se pasea. "Pero sí, mi cambio actual es una cuestión de técnica vocal. Un día, Bob Dylan encontró de pronto una forma distinta de cantar. Quien haya leído su autobiografía Crónicas [Global Rhythm Press], sabe de lo que hablo. En ese punto me encuentro yo ahora mismo".

Es la última de las muchas transformaciones vitales de este músico que ha sobrevivido a varias vidas distintas. Tras recorrer cada pueblo y ciudad de España con el rock torero de Los Rodríguez, Calamaro construyó a finales de los noventa una consistente y arrebatadora carrera en solitario cimentada con inmensas joyas discográficas paralelas a una feroz época de noches en vela, escándalos y desmesura. De ahí nacieron sus imprescindibles Honestidad brutal y Alta suciedad. También el quíntuple disco, El Salmón, publicado en 2000, donde en tres meses compuso más canciones que los Beatles en toda su carrera.

El exceso lo derrotó. Pero sólo temporalmente. "En los últimos años del siglo tuve un crack personal. Luego viví una vida sin bienes materiales y sin compromisos", recuerda Calamaro refiriéndose a la época que pasó viviendo en Ávila a cargo de un burro. "En 2005 recuperé la confianza y el deseo para cantar en directo. A veces he sido un navegante sin radar que no sabía cuándo iba a llegar la próxima tormenta".

El barco está ahora mejor preparado. El Calamaro de hoy, con 47 años recién cumplidos, tiene buen aspecto. Mantiene un envidiable pelo ensortijado, y una mirada inquieta y atenta trasluce de sus gafas oscuras de rock and roll. Está ágil y delgado, así que ya no vale su irónico autorretrato pintado en Sexy y barrigón, un tema de su último y reluciente disco La lengua popular, donde se describía a sí mismo como un cruce entre Homer Simpson y un Rolling Stone.

"Sobreviví", continúa. "Ahora tengo otro compás. Aún hay puntos débiles, pero me he convertido en un adulto casi sin darme cuenta. Puedo hacer giras, mantener el equilibrio sobre el escenario y casi puedo afrontar mis importantes responsabilidades con tranquilidad". Una de esas nuevas responsabilidades se llama Charo y tiene dos años. Es su hija. "Claro que he cambiado pañales", dice. "Es lo que nos hace parecidos a todos los hombres. Tocar canciones tiene que ser tan real como cambiar pañales que, dicho sea de paso, es bastante fácil".

La otra responsabilidad ha sido la palpitante gira con la que ha recorrido España este verano y que acaba esta semana: mañana jueves estará en Córdoba; el sábado, en Madrid (MetroRock) y el domingo, en Oviedo. Ha sido un año de carretera ("Y lo que queda", dice ante la inminente gira por Suramérica) lleno de sanas costumbres. "Ahora mismo estoy dedicado a las cosas naturales y a la alimentación. A la buena alimentación. Aprecio los placeres de la cocina de los cuales no me privo. En este momento mis drogas son las proteínas. También una dosis mínima de psicofármacos, pero como todo el mundo. Estoy por debajo de la media".

La vida sana no quita para que, además de grandes canciones, Calamaro firme momentos estelares. Hace unos meses, durante una curiosa entrevista en un informativo de Televisión Española, el cantante se quejaba de que su último disco La lengua popular no había tenido la repercusión que merecía. "No puedo aceptar que no esté entre los 30 discos más vendidos en España. Lo que me hace pensar que es el público el que tendría que ir al diván", dijo mientras apuraba una taza de mate. "Aquella entrevista también debía haber sido una conversación privada", reconoce ahora. La recompensa ha llegado: el álbum acaba de ser nominado a varias categorías en los Grammy latinos que se celebran el próximo 13 de noviembre en Tejas.

"Lo próximo va a ser brutal", comenta Andrés Calamaro al terminar la entrevista. En los próximos meses, el cantante publicará una antología de seis discos con 18 canciones cada uno, entre temas inéditos y versiones perdidas de los noventa. ¿Y para cuándo unas memorias? "No sé si podría", concluye el partido. "Mis olvidos son más interesantes que mis recuerdos".

viernes, 12 de septiembre de 2008

A por el Grammy (y los nominados son...)



Mejor Álbum de Rock Vocal (Para una interpretación vocal por un artista solista.

La Lengua Popular: Andrés Calamaro[Warner Music Spain]

Mejor Canción de Rock (Premio al Compositor(es). Una canción debe contener por lo menos el 51% de letra en Español y deberá ser una canción nueva. Solamente sencillos o cortes)

Carnaval De Brasil: Andrés Calamaro & Cachorro López, songwriters (Andrés Calamaro)Track from: La Lengua Popular[Warner Music Spain]

Mi Gin Tonic: Andrés Calamaro & Cachorro López songwriters (Andrés Calamaro)Track from: La Lengua Popular[Warner Music Spain]


Mejor Canción Alternativa (Premio al Compositor(es). Una canción debe contener por lo menos el 51% de letra en Español y deberá ser una canción nueva. Solamente sencillos o cortes)

5 Minutos Más (Minibar): Andrés Calamaro & Cachorro López, songwriters (Andrés Calamaro)Track from: La Lengua Popular[Warner Music Spain]


viernes, 5 de septiembre de 2008

Calamaro reivindica el rock puro en Barcelona


MARIA PÉREZ

BARCELONA.- Reset. Olvide la imagen que tiene de Andrés Calamaro. Olvide sus impertinencias, delirios de grandeza pedantes con la prensa y algunos de sus últimos trabajos. Porque el Andrés Calamaro que ayer en la Sala Razzmatazz se subió al escenario para regocijo del público no fue la versión descafeinada de sí mismo a la que nos tenía acostumbrado en los últimos años, sino la versión pura. La prueba razonable y evidente de por qué hace unos años le otorgaron el título de mejor rockero argentino de todos los tiempos.

Y lo hizo, tal vez, para acallar las voces de los puristas que han sugerido la necesidad de reubicar musicalmente a Calamaro, al que le reprochan su flirteo con otros estilos musicales altamente denostados por ellos –ha llegado a versionar 'Contigo aprendí' de Armando Manzanero-.

O tal vez no. Porque si algo es evidente con 'Andrelo' es que rehúye de los convencionalismos, de los tópicos y formalismos y sobre todo que no se deja arrastrar por la corriente, ni suscribe opiniones por ser ampliamente defendidas. Hace y deshace cuando le viene en gana y, desde luego, no le importa el qué dirán.

Cuando las luces se apagaron, las guitarras eléctricas tomaron un protagonismo del que no se desprendieron en toda la noche. Y ahí estaba Andrés, tras sus inconfundibles gafas y bajo la melena rizada entonando un tema rock potente, 'Los chicos', el tercer single de su último álbum 'La lengua popular' sin ningún tipo de presentación, pero entregado al máximo. La fuerza con la que subió al escenario tiraba por tierra los malos presagios de los presentes, que temían ver a un Calamaro austero y estático que se limitara a interpretar sus temas sin demasiado entusiasmo.
'Bona nit, Barcelona'

"Bona nit, Barcelona; volvemos como siempre con alegría y respeto", espetó en medio de la canción para disfrute de sus fans, que no dejaron de aclamarle y cantar todos sus temas, pese a estar sometidos a una especie de cámara de gas de la que, finalmente, todos salieron más o menos vivos.

Tocó hasta 30 canciones en lo que fue una actuación de dos horas y 20 minutos, haciendo un repaso por todos sus trabajos, desde los exitosos 'Alta Suciedad' y 'Honestidad brutal' hasta el soporífero 'Salmón' y pasando por su último gran trabajo. Por ello, sus seguidores no flaquearon ni un momento pese al calor. Al ritmo de las guitarras, riendo de los comentarios mordaces del 'Che', devolvieron al argentino la fuerza que desprendía en el escenario.

"Qué lástima que sea tarde para celebrar el 50 cumpleaños de Michael Jackson con el culo pegado a la pared", soltó tras 'Elvis está vivo', reuniendo así a dos de los grandes mitos de la música. "Qué pena que no entiendan el humor inglés", apostilló mientras el público reía de nuevo las gracias de un rey que volvía al trono tras un tiempo de decadencia.

Quienes además de vivos, estaban ayer en un lugar privilegiado del público, privados del sudor de las masas, eran Loquillo y Manolo García a los que Calamaro agradeció en reiteradas ocasiones el amor que le profesan casi sin conocerle.

Hasta en tres ocasiones permitió Calamaro a sus fans ver su rostro enjuto. En un arranque de confianza y agradecimiento dejó las gafas a un lado para mirar a cada una de las personas que tenía delante. Estaba pletórico. Se atrevía con todo. Entre canción y canción se arrancaba con temas ajenos –interpretaba con la misma intensidad el 'Everything it's gonna be all right' de Bob Marley que 'Volver' de Carlos Gardel- o incluso improvisaba uno propio, quién sabe si en verdad se trata de alguno de los mil millones que debe tener compuestos.

'Me arde', 'Estadio azteca', 'Te quiero igual', 'Alta suciedad' ... y, por fin, 'Flaca'. Cuando el público creía haber olvidado que su piel había segregado litros de sudor y estaba dispuesto a seguir a Calamaro adonde él les llevara... "Hasta siempre, muchas gracias", dijo a modo de despedida la versión amable de Calamaro, que no dejó de repartir miradas, botellas de agua y flores entre el público.

Pero el rockero volvió para agradecer los vítores de sus fieles. Y, obviando que la segunda aparición es casi obligatoria, sabía que había olvidado uno de sus grandes temas, repertorio en todas sus giras: 'Paloma'. Así que salió al escenario, tocó dos temas, uno de ellos el mítico 'Sin documentos' que lleva el sello de Los Rodríguez, y se despidió definitivamente.
Ahora sí, este es el Calamaro que todos conocíamos.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Cruzando el charco


Nos vamos para Argentina. El 5 de octubre en el Pepsi Music toca Andrelo, precedido de Tipitos y Estelares, dos grupones, además de Los Decadentes. Para aquellos que aún no tengan la suya, las entradas están a la venta en www.ticketek.com.ar. Vos vas? Yo voy.

viernes, 11 de abril de 2008

Lamiendo el plato

Ya ha pasado un mes de un evento que estuvimos esperando diez años, y aún quedan repercusiones. Mucha fue la gente que asistió al show, y han habido movimientos para crear un grupo de calamaros en uruguay. Por eso, y porque el show debe continuar, es que calamaroenuruguay seguirá siendo un espacio para aquellos salmones que quieran seguir intercambiando opiniones. Buena suerte y hasta luego.


lunes, 7 de abril de 2008

Hay un deseo que pido siempre que pasa un tren

Ya está en la calle el nuevo videoclip de Calamaro: MI Gin Tonic.

viernes, 28 de marzo de 2008

El Poeta

jueves, 27 de marzo de 2008

De Oro

Buenos Aires, 27 mar (PL) El músico Andrés Calamaro recibió por segundo año el Premio Gardel de Oro de la industria discográfica argentina y se llevó otras cinco estatuillas por su álbum La Lengua Popular, informaron hoy fuentes del espectáculo.
En una ceremonia celebrada anoche en el porteño teatro Gran Rex, Calamaro también se llevó el Premio a Mejor Canción del Año, con el tema "Cinco minutos más".
Cuando le entregaron la distinción, el reconocido cantautor recordó a Miguel Abuelo. "Hoy se cumplen 20 años sin Miguel Abuelo en la tierra. Le dedicamos a Miguel y a la democracia este Gardel", dijo el ganador del premio mayor.
Comentó que "en el arte a veces me da vergüenza ganar tanto, porque en el arte se ve con mejores ojos a los autores malditos".
La industria discográfica nacional considera a Calamaro como uno de los talentos de la generación del 80.
Otro ganadores de la noche fueron el Chaqueño Palavecino, Mejor Álbum Artista Masculino de Folklore, Hilda Lizarazu, Mejor Álbum Artista Femenina Pop, Cacho Castaña, Mejor Álbum Artista Romántico / Melódico, y Gustavo Cerati, Mejor DVD.
También hubo laureles para la música electrónica, tango, tropical, cuarteto, romántico, testimonial, infantil, clásica y jazz.
A través de los años, los Premios Gardel incorporaron nuevas expresiones musicales y reconocimientos honoríficos.

martes, 18 de marzo de 2008

Soy Tuyo

El momento cachondo del recital :)

lunes, 17 de marzo de 2008

El Cierre

La última de la noche, y la más esperada: Paloma

viernes, 14 de marzo de 2008

El Crimen Perfecto

Una perlita del show: la canción que le gusta a las nenas.

Siempre contra la corriente

Así abrió su show Calamaro en el Charrúa, con la versión que de "El Salmón" hizo el indio Solari.

jueves, 13 de marzo de 2008

miércoles, 12 de marzo de 2008

Montevideo Yesterday

Palabras de andrelo:

Anoche tocamos en el charrua de montevideo, secundados por el genial Dani Umpi, que nos cautivo y, ademas, me dejo un presente de cotillon y contenidos audiovisuales, como no pude darle un abrazo, y agradecerle personalmente, lo hago, solo de momento, a travex de este medium ... entonces : despues del prologo del unique Dani, salimos nosotros y desvirgamos la temporada 008 con un repertorio ligeramente distinto al de diciembre ... seguimos viaje con la gratitud intacta. Espero que las gentes, en el Charrua, se hayan encontrado con todo lo que esperaban ver, o escuchar. La cordialidad uruguaya si dijo presente con mayusculas, nos sentimos tratados con ternura y humanidad. y nos fuimos benditos por las ovaciones y la hospitalidad oriental. La orilla hermana : Gracias.

Un Show

Y un día volvió Calamaro. Con boina y lentes, con poses extravagantes, con pocas palabras y con mucha música, el salmón deslumbró al charrúa. 29 temas ( 7 de El Salmón, 5 de la lengua, y varios más de otros discos, y hasta de los rodríguez y algún que otro cover).



Los más fanáticos están agradecidos por tanto tema poco popular, de esos que cantaban unos pocos. Pero andrés tampoco se olvidó de las canciones que cantan todos. En fin, hubo para todos los gustos. Este fue el repertorio:



1-El Salmón
2-Los Chicos
3-A Los Ojos
4-Carnaval de Brasil
5-Loco/Corte de Huracán
6-Clonazepán y Circo
7-Señál Que Te He Perdido
8-Crímenes Perfectos
9-La Espuma De Las Orillas
10-Canalla
11-Tuyo Siempre
12-Ok Perdón
13-Te Quiero Igual
14-Lo Que No Existe Más
15-Los Aviones
16-Soy Tuyo
17-Los Mareados
18-Estadio Azteca
19-5 Minutos Más(minibar)
20-Crucificame
21-Horarios Esclavos
22-El Día De La Mujer Mundial
23-Me Arde
24-Flaca
25-Alta Suciedad
26-El Tren De Las 16
27-Costumbres Argentinas/Oye Como Va
28-Canal 69
29-Paloma

Datos de Gonzalo Palermo



lunes, 10 de marzo de 2008

Entrevista 1: El País

Les presentamos la nota que le hicieron a Calamaro en el diario uruguayo El País. No aparentaba tener mucha voluntad de responder las preguntas, pero al menos habló.


Por Sebastián Auyanet

- Sos un tipo que se dice bastante conectado con el Uruguay, pero hace muchísimo tiempo que no venís, incluso desde tu regreso. ¿Por qué nunca se dieron esas condiciones?

- Seguí conectado con Uruguay a través de personas y compañeros. Después de no actuar por 5 años, tampoco formalicé con un grupo fijo … hasta ahora. Soy rioplatense pero los calendarios no respetaron mi sentir.

- Pero sos de los que no sale demasiado de la Argentina a tocar, con la excepción de tus giras por España. ¿Por qué elegiste cruzar, entonces?

- Sinceramente suponiendo que la pausa era demasiado ancha. Vuelvo con deseo y ansiedad.

- Hace poco, dijiste que ibas a salir a defender el disco "El Palacio de las Flores", que grabaste con Litto Nebbia. ¿Qué fue lo peor y más desacertado que dijo la prensa de ese disco?

- No recuerdo nada peor, y en este momento no recuerdo apuntes desacertados tampoco.

- Aquel concierto que diste en Cosquín en 2005, cuando tocaste por primera vez en tu país después de varios años, se te vio muy nervioso. ¿Sufrís los shows o ya aprendiste a disfrutarlos como antes?

- Bueno, más que nervios es una incomodidad previa al estreno… Tantas cosas tienen que salir bien para tocar con feeling y buen humor… Todos los músicos sufren un poco, también tocando en bares… La responsabilidad es la misma. Es un compromiso con uno mismo, con los compañeros y con las circunstancias

- ¿Sentís cierto desprecio por parte del ambiente musical que, quizá, quisiera un Calamaro más "rockstar", auto destructivo y oscuro?

- No sentí eso… Creo que estoy en buena sintonía con el ambiente musical, ademas mi sonido en vivo generalmente es eléctrico. También creo que mis colaboraciones fundamentales con Limón y Litto son de inmenso valor.

- ¿El "síndrome del poeta fértil" al que hiciste alusión en varias notas acarrea también consecuencias negativas?

- A veces es mejor ver arder la vela, que ver la vela… los riesgos son la quemadura, pero la fertilidad es una palabra benigna en sustancia… También puedo ser un músico de aquellos que pueden estar meses sin tocar ningún instrumento.

- ¿Cómo está tu relación con la música de Bob Dylan en estos días en que visita Buenos Aires? ¿No te dieron ganas de reeditar "Don`t be late tour" que hiciste con él años atrás?

- Me hubiera gustado mucho poder compaginarme y acompañar a Bob Dylan de nuevo. Esperaba un reencuentro…

- En la canción "Mi Gin Tonic" hacés referencia a una "banda del siglo pasado" a la que no querés ir a ver… ¿Vas contra el revival de viejas bandas o contra el refrito de un viejo sonido rockero?

- Me gustan las viejas bandas y el viejo sonido rockero, creo que hace referencia a una cierta pereza, y menos inclinación por ir a eventos magníficos o sociales, quizás…

- "Yo vengo a ofrecer mi corazón, pero más para la disección que para el trasplante", dijiste en una nota en 1998. ¿No sigue tratándose de lo mismo, más allá de que ahora la soledad y el desasosiego no sean temas tan recurrentes en tus canciones?

- Sigue tratándose de lo mismo, sin más explicaciones, además es una frase afortunada, encierra una parte de verdad.

- En algún momento de tu carrera, cerca de fines de los noventa, llamaste a tus canciones "armas para la defensa urbana". ¿Tus nuevas canciones siguen siendo lo mismo?

- No sé si hacía referencia a canciones o a auténticas armas de defensa urbanista, que no dejaban de ser objetos estéticos.

- Si "Honestidad Brutal" era un disco futurista desde el punto de vista personal como también dijiste, ¿Qué tipo de discos son "El Palacio de las Flores" y "La lengua popular"?

- Los discos… siempre son lo mejor que puedo hacer en ese momento.

- ¿Escuchás música nueva o no te interesa lo que se maneja como tendencia a nivel mundial?

- Tengo intensa conexión con la música, aunque no podría asegurar que maneje las tendencias mundiales… Escucho, lógicamente, algunas novedades… No necesariamente están dentro de las corrientes.

- ¿Qué te pareció el regreso de Soda Stereo?

- Muy bueno, emocionante… grandioso… Los admiré, y me gusto ver compañeros en un momento tan… único.

- ¿Hay chances de que toques algún día en un escenario junto al "Indio" Solari como el Sr. Alta Gama? Luego de que grabaras en su disco, él reconoció en una nota que le gustaría aunque por más que se llamen "Los culos sucios" la gente se va a enterar de que son ustedes dos.

- Yo no descartaría probabilidades. Aunque no creo que nos presentaríamos como los Culo Sucio… Tampoco eso sería un problema. Tengo confianza en la balanza que inclina el parecer de mi cofrade y ejemplo.

- ¿Qué sensaciones te generó su disco "Porco Rex"? ¿No es un poco apocalíptico que dos estrellas con mucha carrera atrás sean los que aportan la frescura a un panorama de rock argentino algo alicaído?

- Hay muchas bandas animando el movimiento. Para mí el encuentro con Porco Rex fue inspirador, aleccionador… También una cálida cuestión de dialogo y amistad, revestido de la mayor normalidad… Mi momento indivudual, el éxito, me sorprenden un poco, sí…

- "Tengo mucho respeto por el riesgo artístico que corre Andrés", dijo hace poco el Indio sobre vos ¿cuáles pensás que son esos riesgos?

- Supongo que sigue respetando, y con cariño, la gesta heroica y el escarnio también conocido como la bitácora destroyer de El Salmón.

- "Un periodista de rock es un tipo que escuchó tres discos y se compró una birome", dijiste en 1998. ¿Hay algún periodista que pueda jugar a favor de la interacción entre vos como artista y el fan que compra la publicación para leer lo qué decís?

- Seguro que la frase no es mía, yo confío que los críticos tengan una escala de valores, y el análisis pivote en torno a cuestiones musicales, territoriales, contemporáneas… y concretas. No me siento maltratado ni comprendido del todo, pero no estoy en condiciones de quejarme… Soy un amigo.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Radioactividad Radial

Mañana 14.45 habla calamaro en la radio: Radiocero FM 104.3. El programa es Nunca es Tarde, conducido por la negra Minozzo.

Los internautas podrán escucharlo en http://www.radiocero.com.uy/
(El horario de la entrevista es 16:45 GMT)



La peor noticia

El telonero de Andrés Calamaro será Dani Umpi. Es una de esas bromas del destino que se ensaña con los fanas de andrelo. O será algún representonto que piensa que un símbolo histórico del rock and roll rioplatense, puede tener algo que ver con este asqueroso personaje que a pesar de haber nacido con el sexo masculino, sueña con jugar a la botella y darle algún piquito a algún compañerito de clase.

Hoy está de luto el rock, pero también el tango, y toda la cultura de barrio y de boliche, tanto bonaerense como montevideana. Hoy volvimos a insultar a nuestros hermanos argentinos, al recibir al más grande con el peor de los anfitriones.



domingo, 2 de marzo de 2008

Un yorugua más

Calamaro ya dirigió unas palabras al expectante pueblo uruguayo en su página oficial. Acá las transcribimos:


"Dicen que en montevideo las gentes compraron miles de entradas y que hay grande ilusion y ansiedad por encontrarse de nuevo con este rioplatense natural ... Como reza la tauromaquia coloquial " a mayor espectacion ...."pues espero no defraudar, generando interpretaciones optimas y una resaca de alegria y emociones, que nos ceben esos mates que solo pueden cebarse a la uruguaya ... y volver con la frente marchosa ... nieves las del tiempo"


Todos te entendimos andrelo, salute.


jueves, 28 de febrero de 2008

Lo que va quedando

Mientras algunos sectores ya están agotados, otros aún siguen con una buena cantidad de localidades disponibles. En total hay lugar para unas 7.000 personas más. El siguiente es el remanente por tribuna:

Campo VIP: 2.001
Tribuna Numerada 1: 110
Tribuna Numerada 2: 1.049
Palco: Agotadas
Campo General: 3.903
Tribuna General: Agotadas

viernes, 22 de febrero de 2008

Carnaval de Uruguay

Tal como fue prometido, seguimos con la tanda de videoclips calamarescos. Ahora es el turno de Carnaval de Brasil, en donde además de Calamaro, aparecen Julieta Cardinale ("la novia"), Vicentico, y hasta el inefable periodista argentino Jorge Lanata. Acá les va...

miércoles, 13 de febrero de 2008

Estadio Charrúa



♪ Cuando era niño, y conocí el Estadio Charrúa, me quedé duro ♪ :)

Resulta pues que ahí mismo será, en ese pedazo de pasto rodeado de cemento, que se ve al centro del mapa. Ahí será donde Calamaro entonará las más esperadas estrofas. Hermanos argentinos, sudamericanos, españoles y demás, no tienen cómo perderse.


Ver mapa más grande




La Banda

Este 10 de marzo, Calamaro estará acompañado por la banda de las últimas giras:

Julián Kanevsky en guitarra,
Diego García en guitarra,
Tito Dávila en teclados,
Candy "Caramelo" Avelló en bajo,
José "Niño" Bruno en batería,
Daniel Suárez y Carlos Sbarbati en coros.

A su vez, y como todos sabemos, andrelo pondrá la voz, y pondrá sus manos sobre la guitarra y los teclados.



jueves, 7 de febrero de 2008

El Grande

Un nuevo videoclip de Calamaro ya está en la vuelta. Se trata del primer tema de la Lengua Popular: Los Chicos.

De aquí en más iremos compartiendo y recorriendo con ustedes, la videoteca calamaresca, pero marcha atrás, desde la lengua hasta el comienzo de todo...

miércoles, 6 de febrero de 2008

El ritmo del miércoles

Va quedando alguna que otra entrada: 19.383


El remanente por tribuna es el siguiente:

Campo VIP 3.078
Campo Gral. 8.180
Palco Tribuna 37
Tribunas Numeradas 6.083
Tribuna General 2.005


viernes, 1 de febrero de 2008

Así será

Así se va a distribuir el Estadio Charrúa el venidero 10 de marzo, con los precios indicados abajo. El 1 y el 2, corresponden a las respectivas tribunas numeradas. Hoy arrancó con éxito la venta de localidades en Red UTS.

jueves, 31 de enero de 2008

Mañana ya no será igual

Lo que todos estaban esperando: ya están los precios de las entradas que se ponen a la venta mañana viernes 1º de febrero en todos los locales Red UTS del país. Vayan ubicándose...

Campo VIP $ 750

Campo Gral. $ 400

Palco Tribuna $ 650

Tribuna Numerada 1 $ 615

Tribuna Numerada 2 $ 515

Tribuna Gral. $ 300


lunes, 28 de enero de 2008

10 años después

Está confirmado: El 10 de marzo viene Calamaro al Estadio Charrúa.

Las entradas se ponen a la venta este viernes 1º de febrero, mediante Red UTS (Tel: 900 90 32).

A medida que pasen los días, iremos informando acerca de tan esperado acontecimiento...